lunes, 9 de marzo de 2015

¿Llegará un día en que prefiramos la Realidad Virtual a nuestra Vida?

El otro día leía un artículo sobre unas gafas o especie de casco de realidad virtual, dónde se habla sobre lo mucho que se está avanzando dentro de este campo y cómo se está consiguiendo que la experiencia sea cada vez más "real", vamos, que nos haga perder la noción de nuestra realidad sumergiéndonos en la creada por estos dispositivos, y me acordé de un libro que leí hace un tiempo titulado "El Juego Infinito" de James Dashner dónde se dibujaba una sociedad que disponía de una realidad virtual muy avanzada, allí no tenían cascos, habían ido más allá, disponían de una especie de sarcófago electrónico, en el cual se introducían para poder acceder a los distintos juegos de realidad virtual disponibles así como a su propio mundo virtual, una especie de red social a lo grande, dónde disponían de una ciudad entera para poder interactuar con sus amigos dentro de la red. 

Un mundo virtual lleno de emociones.
Un pasaje de esta novela me hizo pensar profundo, en el se pintaba la tristeza que veía el protagonista, cuando tenía que ir a su clase del mundo real, pues lo único que observaba en los rostros de las personas con que se cruzaba, era la tristeza y melancolía que tenían pues claramente estaban deseando meterse en su realidad virtual de nuevo y escapar del tedio de su vida laboral, se movían dentro de un mundo menos atractivo que los creados por los desarrolladores de juegos del momento, dónde podías tomar el papel de un héroe de guerra, pilotar aviones, jugar a ser lo que siempre habías soñado ser y que lamentablemente en tu vida real no habías podido conseguir, quien sabe por que, el destino conspira contra ti, tu familia o tu mismo, las circunstancias..., sin embargo con tan sólo meterte dentro de tu sarcófago podías acceder a ser el protagonista de la historia que en ese momento te apeteciera.

Todo esto me hizo preguntarme si algún día llegaríamos a preferir vivir la realidad virtual que nos ofrezcan frente a la vida real que nos ha tocado vivir y que nuestras circunstancias tanto personales como sociales han ido moldeando. Que la puerta de acceso a este mundo virtual sea una especie de sarcófago me lleva a viajar al Antiguo Egipto donde los faraones eran enterrados dentro de sarcófagos, siendo estos como una especie de puerta al más allá, que en el caso que nos toca sería la realidad virtual. Sería como una puerta de escape de nuestra realidad a otros mundos llenos de posibilidades.

¿Puerta o ventana?, ¿la abro y miro?

Lo que diferencia a la realidad virtual actual frente a la reflejada en el libro es abismal, ya que la inmersión conseguida por el dispositivo de realidad virtual presente en la novela, mediante sondas, cables... es total, pasas a sentir, con todos tus sentidos, la nueva realidad como real, aunque realmente seas un avatar dentro de un videojuego, a nivel físico dentro de tu ataúd vas a sentir hasta el más mínimo golpe o roce que recibas en tu vida paralela (incluso vas a ser alimentado por el sistema cuando lo hagas en el mundo virtual), la separación entre vida real y virtual es prácticamente inexistente, ¿qué separa una vida de la otra?, ¿qué es lo real?, ¿qué es la consciencia y el nivel de conciencia?, haciendo un aparte dentro de esta idea de que es el nivel de conciencia me gustaría reseñar otra lectura que estoy haciendo que es "El futuro de nuestra mente" de Michio Kaku, y es porque en este libro Michio habla sobre los niveles de conciencia de las especies, para él habría varios niveles de conciencia asociados a la distinta morfología cerebral de cada especie, que serían:

- Nivel 0: el de las plantas, que tendrían un nivel de conciencia que les permite recibir información sobre temperatura, luz solar.

- Nivel 1: Reptiles, su morfología cerebral les permite obtener información del espacio que los rodea.

- Nivel 2: Mamíferos, la conciencia sigue avanzando y ya abarca las relaciones sociales.

- Nivel 3: Humanos, nosotros, lo más alto de la evolución, ¿qué nos diferencia del resto de animales?, el tiempo, somos capaces de predecir el futuro o al menos de imaginarlo, nos vemos en tiempos futuros que nos permiten planificar nuestro presente además de pensar en pasado.

¿Y esta linea temporal es la que se rompe dentro de esta realidad virtual o no?, salimos de nuestra linea temporal, de una vida monótona y aburrida y que creemos totalmente predecible y saltamos a otra donde aparte de elegir lo que queremos ser, sin traba alguna (bueno aquí estaría el tema de cuanto nos costaría todo esto pero bueno imaginemos que si no es gratis casi lo es), la realidad que nos espera es emocionante, desconocida, hasta peligrosa, tanto que nos va a llevar incluso a conocer los límites de nuestro cuerpo-mente y dónde incluso la muerte pasará a ser algo meramente anecdótico, pues en nuestros juegos moriremos mil veces o más y nuestro único castigo será volver a empezar desde la posición en que nos mataron dentro del videojuego. La verdad que suena atractivo, sobre todo lo de perder el miedo a la muerte.

Es tentador, ¿vuelvo a la realidad virtual para no regresar o me voy a Marte?

Imagino que con el tiempo incluso esta realidad llegará a cansarnos, ya estaremos sobre excitados, ya habremos probado todo lo imaginable, habremos vivido miles de vidas y aventuras y nuestra dosis de dopamina cada vez requerirá de mayores niveles de excitación y sorpresa, pero mientras eso llega, mientras sigue avanzando la tecnología virtual y cada vez vamos insertándonos más dentro de nuestro nuevo mundo, ahí, imagino que correremos el riesgo de que como les pasaba a los pobladores de la novela anteriormente referida, cada vez podremos tener la tentación mayor de vivir nuestro mundo virtual al real, dónde elegiremos, sin dudar, liderar el asalto a un castillo medieval con nuestras tropas frente a una jornada laboral donde lo más emocionante y creativo sea el elegir el color de la corbata, creo que los únicos que estarán vacunados contra esto, o eso pienso, serán las personas que trabajan en lo que les guste y lo vivan con pasión, pero quien sabe.

Si sigue avanzando la inteligencia artificial, posiblemente encontremos una solución a la disyuntiva de elegir entre ambas vidas, ya que los robots cada vez más "humanos" realizarán todas las tareas que nosotros no queramos, incluso creo que realizaran todo el trabajo, salvo las tareas de dirección, ahí tengo dudas, la economía seguirá funcionando y cada ciudadano recibirá una renta del producto generado por la inteligencia artificial del mundo o de cada país, así que ya estamos liberados, nuestras necesidades económicas están aseguradas por nuestros serviciales robots, vamos la idea de la sociedad del ocio que leí en algún lado, siendo nuestro ocio en este caso la realidad virtual. 

El problema puede ser que esta inteligencia artificial que razona y viendo que la humanidad, casi en su totalidad ha abandonado el barco, siempre habrá excepciones, menos mal (aunque puede que sean más los que se quedan y se produzca una lucha por evitar ese final), decidirá que allí ya no pintamos nada, es más, puede que lleguen a la conclusión de que somos perjudiciales pues incluso dentro de nuestro maravilloso mundo virtual seguiremos luchando a muerte para ver quien es el mejor, quién lo acapara todo..., decidirán que somos prescindibles y nos mandarán dentro de nuestros sarcófagos a explorar el Universo, a todos, que terrible sería, ya hastiado de nuestra empachada vida virtual, desconectarnos y volver a nuestra realidad y ver (siempre que nuestro sarcófago sea transparente porque sino abriríamos la tapa y...) que estamos suspendidos en la negrura, rodeados tan sólo de millones de puntitos luminosos, que angustia, menos mal que siempre, en ese caso, siempre nos quedará volver a nuestra realidad virtual, y olvidar..., claro está siempre que no se nos agote la batería de nuestro dispositivo, y bien sabemos por experiencia actual y real lo que consumen estos aparatos, pues puede que nuestra inteligencia artificial tan "humana" al mandarnos a explorar el Universo, no haya pensado en todo o si. No nos han puesto unas plaquitas solares para aprovechar la luz de nuestro Universo real, el juego al final parece que tiene un final y dramático como nos gusta. 

Algunos serán afortunados y podrán ver aún de cerca nuestro planeta la Tierra, se despertaran antes e imagino que sentirán ese nuevo nivel de conciencia expandido, universal, del que hablan muchos astronautas cuando regresan aquí y comentan sus experiencias al ver desde fuera y en conjunto nuestra nave espacial, llamada Tierra, un pálido punto azul en el Universo. Verían algo así...




Ya que estoy especulando, también es posible que estemos dentro de una realidad virtual, generada por un gran ordenador o un enorme cerebro cósmico, que nuestro yo sea una ilusión. O sea una realidad virtual generada por las leyes de la cuántica, por las leyes de nuestro Universo. O puede que estemos en un Universo paralelo de los muchos que hay, idea muy interesante y que leí novelada en "La Tierra larga" de Stephen Baxter, y sólo hace falta que alguien descubra como saltar de un universo paralelo a otro, siempre que antes hayamos resuelto la paradoja del abuelo o a lo mejor no importa, quién sabe...

Otra idea intrigante es que a lo mejor este cambio ya se esta produciendo, paulatinamente, y cada vez nos estamos alejando más de nuestra vida real para caer en brazos de una vida virtual.

¿Nos estamos alejando de la realidad?

Por cierto, el final del libro, El Juego Infinito, te deja perplejo, no voy a decir cuál es por si alguien va a leerlo, pero ofrece una visión intrigante de la evolución... 

Pd: las imágenes las he obtenido de un magnífico banco de imágenes libres llamado Unsplash.

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